Este artículo por Dr Brett Glencross fue publicado en International Aquafeed Magazine in May 2023
Predecir el futuro siempre es incierto. Sin embargo, para decidir qué medidas tomar, siempre es importante conocer la situación actual y el pasado antes de tratar de averiguar el posible destino final. Se trata básicamente de un ejercicio de navegación. En este sentido, se ha publicado recientemente un artículo en la Revista de la Sociedad Mundial de Acuicultura que traza la historia y las perspectivas de la investigación en nutrición acuícola [https://doi.org/10.1111/jwas.12948]. El trabajo fue el resultado de un viaje de cuatro años con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), donde se me encargó reunir un equipo mundial para examinar tres temas clave que sustentan los alimentos balanceados y el proceso de alimentación (requisitos/ingredientes/gestión) y revisarlos en función de ese contexto pasado-presente-futuro.
Durante la revisión, se observó que los siete principales grupos de especies cultivadas (carpas, tilapias, bagres, langostinos, otras especies de peces de agua dulce, salmónidos y especies de peces marinos) representan en conjunto cerca del 90 % de toda la producción acuícola, por lo que el artículo se centra en estas especies y en la ciencia que las sustenta. Se observó que en estos siete grupos el uso de alimentos balanceados compuestos no se aplicaba por igual en todos ellos. De hecho, las carpas, el grupo más grande por volumen, siguen produciéndose en su mayoría en sistemas de policultivo a pequeña escala, extensivos, semi-intensivos e integrados, con escasos o nulos insumos de alimentos balanceados fabricados. Es importante señalar que aspectos como las especificaciones de los alimentos balanceados, la elección de ingredientes y la gestión de la alimentación variaron en cada uno de los grupos, aunque también hubo variaciones regionales sustanciales en todo el mundo. Sin embargo, se constató una tendencia creciente de cada uno de estos grupos de especies hacia la producción intensiva, en la que se impone un mayor uso de alimentos balanceados.
En cuanto a la revisión de los últimos 20 años de investigación en tecnología de alimentos balanceados, se observó un avance considerable en la mejora de los alimentos balanceados y las tecnologías de alimentación para la mayoría de las especies. Dos de los logros más destacados fueron la mejora de la eficiencia de la conversión de los alimentos balanceados (gracias a una mejor comprensión de las necesidades y una mejor gestión de los alimentos balanceados) y la sostenibilidad de los ingredientes (gracias a una mayor capacidad para utilizar una gama más amplia de ingredientes). Aunque en la actualidad se conocen bien los requisitos de muchas de las principales especies acuícolas, todavía queda mucho por hacer cuando se trata de definir los requisitos de muchas de las especies que se cultivan en los países en desarrollo. Cada vez resulta más necesario establecer con mayor precisión los niveles necesarios de nutrientes esenciales y aditivos diversos en la dieta en función de la edad, el genotipo, el entorno y el estado de salud. Consideramos que se trata de un enfoque de “nutrición de precisión” para el cultivo de especies acuícolas.
Cabe destacar que sigue siendo necesario diversificar nuestras opciones de ingredientes para ofrecer una mayor resistencia al suministro de alimentos balanceados. La sostenibilidad de las distintas fuentes de ingredientes para alimentos balanceados, incluida la influencia de los posibles efectos del cambio climático, es un tema cada vez más importante. Se identificó claramente que, para sostener la producción futura de alimentos balanceados, se necesitan fuentes sostenibles de proteínas rentables, algunos aditivos de aminoácidos esenciales, algunos recursos de ácidos grasos omega-3 y diversos minerales y aditivos de vitaminas. El uso de ingredientes nuevos y diversos permitirá que la seguridad alimentaria continúe siendo una prioridad en todo el mundo. Se observó que la fabricación de alimentos balanceados ha pasado de ser un ejercicio simplista a una ciencia muy compleja con ingeniería de vanguardia. Sin embargo, la aplicación de esta tecnología no ha sido homogénea, ya que en los países en desarrollo se sigue recurriendo de forma generalizada a la alimentación con granulados, afrecho y pescado de desecho. Del mismo modo, observamos una dicotomía creciente en la gestión de los alimentos balanceados entre los países desarrollados y los países en desarrollo, con una gran dependencia de la mano de obra calificada en los países en desarrollo, mientras que los sistemas de acuicultura más avanzados dependen cada vez más de sistemas de alimentación automatizados y controlados por ordenador.
En cuanto al viaje científico que hemos emprendido en los últimos 20 años, es evidente que la ciencia ha impulsado grandes cambios en la forma de alimentar a nuestros peces. La capacidad de producir animales con los índices de conversión alimenticia (FCR) más bajos de cualquier especie animal domesticada es un claro testimonio de este progreso. No obstante, el camino que ahora tenemos ante nosotros pone en evidencia que quizás nuestra prioridad más urgente sean los recursos que necesitamos utilizar (los ingredientes). Esperemos que sembrar las semillas de la ciencia nos ayude a conseguir un futuro mejor en ese sentido también.