Este artículo, escrito por el Dr. Brett Glencross, se publicó en la edición de marzo de 2024 de International Aquafeed.
Si bien los ingredientes marinos han sido durante mucho tiempo el punto de referencia para los ingredientes de los alimentos balanceados en los alimentos acuícolas, estos no están exentos de limitaciones. Para empezar, no hay suficientes. Sin embargo, cuando analizamos el “espectro” de ingredientes que podríamos utilizar en los alimentos acuícolas, rápidamente deducimos que todo tiene algún tipo de limitación. No existe el ingrediente perfecto.
Es desde esta perspectiva que se publicó una revisión reciente [DOI://10.1080/23308249.2024.2315049] que realizó un análisis FODA clásico (fortalezas-oportunidades-debilidades-amenazas) de una gama de ingredientes, entre los que se incluyen subproductos de animales terrestres, marinos y de cereales, así como una gama de ingredientes novedosos (por ejemplo, unicelulares e insectos). En la revisión se observó que la preparación tecnológica de estas opciones varía tanto entre como dentro de las diferentes clases de ingredientes, pero, sobre todo, sigue siendo importante considerar cada uno de los ingredientes en términos de las opciones generales que existen.
Al comparar los atributos nutricionales de cada una de las diversas clases de ingredientes examinados, fue posible aplicar un marco de evaluación basado en la comprensión del conocimiento crítico requerido para poder incorporar cualquier ingrediente en el proceso de formulación. En particular, ese marco de evaluación se basó en la revisión “Un alimento balanceado sigue siendo tan bueno como sus ingredientes”, [DOI: 10.1111/anu.13138] que propuso una serie de pasos basados en; caracterización, à palatabilidad, à digestibilidad, à utilización, àestudios accesorios, y críticamente en ese orden. Una vez establecido ese marco, procedimos a comparar todos los ingredientes. Para ello, utilizamos un análisis FODA, para considerar qué potencial futuro podría existir en todo el espectro y qué riesgos y oportunidades podría traer cada uno de los diversos ingredientes.
Quizás lo más importante que observamos fue que todos los ingredientes tienen fortalezas y debilidades, y que no existe el ingrediente perfecto. Sin embargo, al apreciar mejor los atributos positivos y negativos de cada ingrediente, es posible aumentar la capacidad de adaptación para poder responder a las diversas oportunidades y su uso en los alimentos balanceados. Otra característica que se discutió fue la complementariedad y la capacidad de los ingredientes para trabajar en sinergia con otros ingredientes. Como se sugirió, es posible que no exista el ingrediente perfecto, pero tal vez al aprovechar las fortalezas de los ingredientes individuales, tengamos una mejor oportunidad de crear el alimento balanceado perfecto.